Clarisa abre la puerta. Era Ramón.
Ella sólo lo miraba. El estaba en silencio.
Ramón acerca su mano hacia la nuca de Clarisa. La toma firmemente, mientras Clarisa sentía temblores nerviosos. Ramón se acerca y la besa con gran fervor, como cuando se encuentran después de mucho tiempo el soldado que se ha ido de la guerra y vuelve vivo a presentarse frente a su amada, cuando todos pensaban que había muerto. Clarisa correspondió, y se besaron como si ese fuese el último beso de la historia. Ramón la toma con una mano de la cintura y con la otra del mentón.
Del beso, poco a poco un calor comenzó a invadir sus cuerpos. Ramón intentaba acariciar rápidamente lo que había debajo de su blusa, Clarisa se entregaba a lo que estaba sintiendo. Él logró ingresar con sus manos por debajo de su blusa mientras suavemente iban cayendo sobre un sofá. Él se acomoda a un costado para poder desabotonar la blusa, mientras ella insistía en seguir besándolo. Pero él quería más, así que comenzó a besarla intensamente mientras un pequeño se susurro de exitación se escapaba en cada descanzo.
La respiración y los latidos de corazón eran más intensos, se acariciaban.
Ella se tiende en el sofá de espaldas y lo toma con ambas manos por la espalda para acercarlo a su cuerpo ya entregado a las cosquillas que se sienten antes de hacer el amor. Mientras se acarician ella le besa el cuello instándolo a dar un paso más. Pero él toma su tiempo. Está sobre ella y se pone de rodillas para admirar y tocar su cuerpo, su cabello largo y ondeado, y termina de arrebatar su blusa. La toma de la cintura a modo de revertir la situación, ahora es ella quien está sobre él. Toma el control y comienza a desnudarlo suavemente, mientras beso a beso iba acercándose a su centro, al llegar al bajo vientre le toca los glúteos y les da un pequeño apretón con ansiedad carnal para llegar a su sexo, donde se queda un instante.
Él la toma de los brazos y se acomodan.
Ramón le acaricia las piernas mientras con sus manos lentamente iba entrando debajo de su falda.
Sudores de exitación temperaban la fría tarde de invierno. De la sexualidad de pronto comienzan a hacer el amor en suaves movimientos que empiezan a acelerarse al ritmo de la respiración, mientras los deciveles iban aumentando progresivamente. Entre los moviemientos con palabras entrecortadas ella pide que no termine. Pero él como si no escuchara sigue sin detenerse. Y...
waaaaaaaaa lo que crear hacer la mente humana
jajajajaja
y el aburrimiento
es tarde y no tengo sueño
jajaj
viernes, mayo 23, 2008
Puro Cuento Insómnico
Publicadas por Carla a la/s 12:58 a. m. 9 comentarios
jueves, mayo 22, 2008
Color
Mientras caminaba por las calles húmedas entre el aroma a tierra y eucaliptus mojado por el temporal que ha habido estos días en Urano, pensaba que ya hace dos días que tengo pena o más que pena es impotencia, impotencia de ser como soy.
Me declaro absolutamente culpable de ser un poco necia, pero de verdad que a veces no logro comprender qué es lo que sucede.
Existen personas que se hacen una idea errónea de lo que uno es, o más bien de que ellos quieren que uno sea. Pero es difícil, y más difícil es lograr entender que las personas tenemos comportamientos que no siempre son los que el resto quiere.
Hace dos días que con suerte me habla, tiene enojo o más que enojo resentimiento. Resentimiento de muchas cosas que comprendo. Y es legítimo, para las dos partes.
A veces uno se ciega a sí mismo, pero a pesar de todo eso, creo tener buen carácter y casi siempre llevo las cosas de manera pacífica, porque no sabemos cuanto tiempo más nos queda entonces, para qué andar con sandeces de rencores, enojos y silencios que no conducen a nada.
Pienso que aquella persona necesita reconocimiento de mi parte. Quizá ese es también un comportamiento errado de mi parte, pero es como soy. Cuando las personas se quieren, se aceptan como son, con sus dificultades, mañas y cualquier otra forma de ser, porque no es válido criticar eso. Las personalidades aparecen desde lo más profundo de nuestro ser, incluso los genes juegan un rol muy preponderante en ello.
Pero no me juzgues diciendo que soy igual a quién me dió el ser, porque si lo soy, no tengo la culpa y además estoy orgullosa de ello. Es la primera vez que me permito decirlo, porque sé que es lo que más te moleta de mí.
A veces las personas no se dan ni cuenta del daño que provocan en otras por no querer escuchar. El silencio mata. Contriñe los sentimientos. Evita cualquier atisbo de felicidad.
¿Cómo esperas saber lo que me sucede también a mi?
No sé si esto ya es ponerle color, nadie está obligado a quererla ni entederla a una, pero de mi parte está todo el sentimiento que me puede dar el corazón y todo el seso para poder comprender. Amar es una virtud que yo no voy a abandonar en este momento, porque siento que no debemos cerrar la puerta a amar, que es gratuito y recibimos enormes y gratas recompenzas por ello.
Publicadas por Carla a la/s 6:23 p. m. 1 comentarios
viernes, mayo 16, 2008
el parte
Hace mucho que conocí a Omar, un joven apuesto, de nobles sentimientos y un carisma muy especial. Aun recuerdo la primera ves que lo ví, cuando Lissette lo llevó a nuestro grupo de confirmación de la Iglesia el Buen Pastor.
Es un chico muy humilde de sentimientos. Nos hicimos muy buenos amigos desde aquel día. Siendo sincera, dentro, muy dentro de mi corazón sentí que Omar es un gran hombre, nos vimos cada sábado que tocaba confirmación.
Sé que lo que más quiere en la vida Omar es tener una familia, pero más que cualquier cosa, él quiere ser padre.
Dos años más tarde, un día que salimos solo los dos para mi cumpleaños, porque me rescató de un tumulto de gente que quería saludarme mientras yo sólo quería huir. Fuimos al Loft, un pub del Barrio Estación. Me comentó que estaba pololeando con Pamela, una chica acuariana como a él le gusta y por ende ya había comenzado el fin de la búsqueda que tanto él había anhelado.
Y hoy, hace tan sólo un par de semanas me ha llamado, me pide saber si estaré en casa, le digo que si.
Al colgar me acordé de muchísmas cosas, incluso de aquella por la cual yo ya sabñia que venía a verme.
Al llegar lo recibo con un fuerte abrazo porque ya hace por lo menos unos 8 meses que no lo veo. Trae algo en sus manos, que esconde tras de su espalda. Me mira fíjamente. Lo miro. Pero ya me imagino lo que es.
Me ha traído su parte de matrimonio.
Retuve un poco las lágrimas, porque estoy llena de felicidad. Y le digo:
-Omar... es tu... noo, amigo. Quiero que sepas que estoy super contenta por la noticia que me has traído. No contenta por el matrimonio en sí, sino contenta porque estás logrando lo que has soñado.
Y le vuelvo a decir:
-Dios escucha todo lo que le pedimos, y sabe lo que queremos incluso sin decirselo. Y siempre que Él no considere que es malo para nosotros, concede nuestros anhelos y nos consiente.
Hoy por hoy, estoy felíz por un amigo.
Sólo le deseo lo más bello de la vida.
Que pueda tener los hijos que desea y ser padre.
Por supuesto que en la oración, pedir porque sea un buen esposo.
Pero tengo certeza que lo será.
Dará un gran paso, y quiero acompañarlo cuando lo dé.
Publicadas por Carla a la/s 1:48 p. m. 4 comentarios
miércoles, mayo 14, 2008
el extremo
Publicadas por Carla a la/s 12:51 p. m. 2 comentarios
jueves, mayo 01, 2008
tan sólo un par de líneas
Sinceramente!
De un libro que me encanta...
Conjeturas sobre la memoria de mi tribu, de José Donoso.
Publicadas por Carla a la/s 3:42 p. m. 4 comentarios