el extremo

De un tiempo hasta la fecha había pensado que soy una mujer que pasa inadvertida de entre la gente, pero mi visión estaba errada. La cosa es que uno si no pone de su parte es muy difícil que las cosas cambien.

Por eso es que las cosas están cambiando. Si tengo que hablar en lenguaje técnico... se viene un cambio estructural en materia física, afectiva y cultural.

En primer lugar, no sé qué diablos sucedió, pero me queda toda la ropa grande. Principal motivo para cambiar y variar un poco el guardaropas, por ende hay que aprovechar de reestructurar los estándares con los cuales una se ha vestido hasta el momento y regalar a otro lo que ya no te vas a poner sin pena alguna, porque para qué estamos con cosas... pucha que nos cuesta regalar las cosas, y en realidad eso es un absurdo... porque... ¿para qué guardar cosas que pueden servirle a otro?. Buscar colores y aromas nuevos para una, para el clóset y para tu casa, buscar ropa inadecuada para lucir con la prenda adecuada, es importante variar y sacar el convencionalismo de la vida actual y por sobretodo, lo más importante para nosotras las mujeres... DEJA DE PREGUNTARLE A OTRO CÓMO TE VES... eres tú y punto. Es muy importante que te veas como quieres sentirte. Lo que ven los otros no es lo mismo que ves, ni lo que sientes.

Si se logra apreciar, este es el primer paso para darle vida a mi nueva vida. Para poder cambiar hay que empezar por algo. Yo estoy comenzando o al menos eso intento... aunque nadie puede asegurar que se puede morir en el intento, hay que arriesgar... esta es mi apuesta.

Suena bonito verdad?... con lo convencional que soy me cuesta trabajo pensar que esto de verdad se viene, pero es a lo que apuesto. El cambio tiene que comenzar por uno si queremos un mundo mejor y que nos traiga de una vez por todas el éxito que todos queremos, el éxito en nuestra vida personal y profesional.

Uno siempre se queja que quiere cambios en la vida... pero la vida no cambia si nosotros no cambiamos nuestra predisposición hacia ella. No acabo de darme cuenta de sto, y cada vez que lo digo o escribo me sorprende más.

Dejémos los convecionalismos y filosofías, ya somos adultos, pero aun así seguimos siendo niños y no extrapolamos lo que ya todos sabemos de memoria. De hecho, los niños tienen mucho más claras las cosas que nosotros mismos los adultos y valla qué extraño, porque somos nosotros quienes los educamos.

Basta! a poner en práctica esos conocimientos de filosofía y psicología de los que tanto hablamos y nunca practicamos... si seremos mensos... la solución a muchas cosas está al alcance de nuestras manos.