viernes, mayo 16, 2008

el parte

Hace mucho que conocí a Omar, un joven apuesto, de nobles sentimientos y un carisma muy especial. Aun recuerdo la primera ves que lo ví, cuando Lissette lo llevó a nuestro grupo de confirmación de la Iglesia el Buen Pastor.

Es un chico muy humilde de sentimientos. Nos hicimos muy buenos amigos desde aquel día. Siendo sincera, dentro, muy dentro de mi corazón sentí que Omar es un gran hombre, nos vimos cada sábado que tocaba confirmación.

Sé que lo que más quiere en la vida Omar es tener una familia, pero más que cualquier cosa, él quiere ser padre.
Dos años más tarde, un día que salimos solo los dos para mi cumpleaños, porque me rescató de un tumulto de gente que quería saludarme mientras yo sólo quería huir. Fuimos al Loft, un pub del Barrio Estación. Me comentó que estaba pololeando con Pamela, una chica acuariana como a él le gusta y por ende ya había comenzado el fin de la búsqueda que tanto él había anhelado.


Y hoy, hace tan sólo un par de semanas me ha llamado, me pide saber si estaré en casa, le digo que si.
Al colgar me acordé de muchísmas cosas, incluso de aquella por la cual yo ya sabñia que venía a verme.
Al llegar lo recibo con un fuerte abrazo porque ya hace por lo menos unos 8 meses que no lo veo. Trae algo en sus manos, que esconde tras de su espalda. Me mira fíjamente. Lo miro. Pero ya me imagino lo que es.

Me ha traído su parte de matrimonio.
Retuve un poco las lágrimas, porque estoy llena de felicidad. Y le digo:
-Omar... es tu... noo, amigo. Quiero que sepas que estoy super contenta por la noticia que me has traído. No contenta por el matrimonio en sí, sino contenta porque estás logrando lo que has soñado.
Y le vuelvo a decir:
-Dios escucha todo lo que le pedimos, y sabe lo que queremos incluso sin decirselo. Y siempre que Él no considere que es malo para nosotros, concede nuestros anhelos y nos consiente.


Hoy por hoy, estoy felíz por un amigo.
Sólo le deseo lo más bello de la vida.
Que pueda tener los hijos que desea y ser padre.
Por supuesto que en la oración, pedir porque sea un buen esposo.
Pero tengo certeza que lo será.
Dará un gran paso, y quiero acompañarlo cuando lo dé.







Moraleja: Pide y se te consederá

4 comentarios:

A n d r e a dijo...

Hola Carla!

Hace tiempo no pasaba por tu blog, muy interesante tu historia. La verdad que si tenemos FE, Dios nos consedera lo que pedimos y de eso no hay que dudar.

Es increible como pasa el tiempo, como las noticias vuelan y somos nosotros quienes formamos parte de ellas. Más allá de vivir una vida superficial, es importante tener presente que nuestros sentimientos están por encima de todo... como Dios lo hizo con nosotros. Si tu amigo encontró a la persona indicada, solo queda que lo apoyes y estes ahí siempre, en todo momento en la medida que puedas acompañarlo.

Muchos saludos, que estes muy bien!

pd: Muy agradable leer tu blog! :)

Anónimo dijo...

y se biene la fiesta, huepa.

Saludos nerd

Artefacto dijo...

Carla querida: no he navegado por "mis blogs", ultimamente, me dejo llevar por la frivolidad de blogòpolis.cl, si es chilena es buena (gran valor)Y Como la peor de las ingratas no he pescado no màs, ah, y aùn no aprendo a gravatar.
Te felicito, te felicito por ser capaz de mantener una tan bella amistad, felicito a Omar por tenerte de amiga Carla, sè lo que significan los amigos de verdad.

Y se nos casa Omar y yo no tengo que ponerme. ja, ja.

Saludos y un buen domingo.

Carla dijo...

la cagué, pero en fin...