lunes, abril 21, 2008

El Regreso III

Hace tiempo que no me venía escribiendo en la micro, pero hoy me sentía con ganas de hacerlo.
Me llamó la atención un papel en blanco y negro que venía pegado en el vidrio del respaldo del chofer. Era un aviso de personas perdidas, con el timbre de Carabineros de Chile y todo. El señor tenía un nombre muy poco común... Jaime Rudecindo, sin duda poco común. Me preguntaba si sería capáz de reconocer a ese señor para poder avisarle a los que están preocupados por su desaparición. Pero la verdad es que no me reconosco ni a mi misma cuando camino por el centro y me encuentro frente a un espejo.
Es común que la gente se pierda a raíz de enfermedades mentales tales como el alzheimer, pero también habemos muchos que sin tener la enfermedad nos perdemos mentalmente y vagabundeamos por nuestras neuronas buscando carcterísticas que nos llaman la atención de la gente. Por ejemplo a mi lado acaba de sentarse una señora muy grande y gorda, sus mejillas son tremendas y sus ojos sobresalientes, me acuerdo que la Angie decía que los ojos sobresalientes era porque las personas no comen mariscos (pero entre nos, creo que eso es un mito urbano), va vestida de morado y con una bolsa bajo el brazo.
La música que lleva el chofer es buena, agradable.
Vamos pasando por donde entrenaba AIKIDO, a los alrededores del lugar hay dos galerías llenas de cafés con piernas, y por lo mismo me acordé del Mauricio, mi amigo que pololea con una niña que trabaja ahí. No lo juzgo, ni tampoco a ella, por lo que no emitiré comentario. El amor se puede encontrar en cualquier lado dicen por ahí.
Esta ciudad pucha que es helada, y tienen un clima más raro que pescao bailando salsa. Hace calor un rato, luego puede llover y más tarde en la noche te re-congelas de frío y hasta puede granizar. Encima tiembla, y además somos los únicos huevones que arrancamos con una alarma falsa de tsunami. ¡Qué plancha más grande! jajajaja pero acá en Conce hasta el día de hoy cuando nos juntamos nos reímos de la locura colectiva del momento y cada una de las anécdotas vividas.
Mientras tanto en la micro, ahh... la micro... es todo un ritual subirse a una, jajaja. Pero una vez arriba ya uno se puede relajar. Voy al lado de la ventana, el cielo está semi despejado, como un día de primavera. Con la primavera dicen que llega el amor...y claro... hoy el Pablo me pidió pololeo... pero eso siempre lo hace, así que es algo rutinario de los días lunes.
Uhh!! llegamos a la villa, se vino rápido la micro. Paró justo frente a la publicidad del lugar donde trabajo actualmente BOSQUEMAR. Pucha es que lindo ese lugar, me relajo muchísimo allí, aparte que he conocido a personas realmente especiales, como la Marcela, hacemos cosas muy parecidas... pero es que somos mujeres... jajajaj... si somos muy especiales las dos, jeje. Y el Pato, ja! ese monguis... tan bueno pa la venta que sea, pero está bien... después de todo es su pega.
Justo se viene subiendo un buen caso de estudio para plasmar aquí, pero me tengo que bajar en la próxima esquina. Tal vez nunca vuelva a ver a esa persona, pero de seguro quedó en mi retina.

5 comentarios:

Artefacto dijo...

Amiga: No tengo idea como se pone mùsica de Joaquìn Sabina, fuì asesorada integramente por el fruto de mis entrañas. Me encanta tu blog, ¿què estudiaste tù?, oye si entras al blog de Zancada, trata de gravatar y me cuentas como se hace. Te cuento algo chistoso: voy a tratar de actualizar mi blog a ver si me resulta, aunque no me tengo mucha fè todavìa, de puro volada no màs. Chao.

Anónimo dijo...

jajaja, pucha que te gusta escribir carla.

saludos

Carla dijo...

ahhhh
porqué comentan anónimo!!!
cómo sabré quién eres??

Anónimo dijo...

Me gusta andar en micro....
Y me gusta estar perdida.....
Gracias por coemntar....n.n

Artefacto dijo...

Gracias cariño por visitar mi Blog.
Que rico que terminaste tu carrera, te felicito. Con respecto a las formas de obtener calor obvio que el mejor es el humano (y no contamina). En el blog que comento siempre es "Zancada.com", son puras minas, me entretiene "cantidad", como dirìa un amigo cubano. Cariños.