Para quienes siguen las lecturas en mi blog, ya sabrán que entreno AIKIDO, compuesto por un grupo de personas muy amenas y que disfrutan del compañerismo que se vive dentro y fuera del dojo. Llevo aproximadamente 8 meses entrenando y la verdad es que lo paso de maravilla, aunque a veces llegue un poco adolorida o con uno que otro moretón.
Me gustaría plasmar aquí una frase que salió de mi boca no hace mucho.
Un día llegaba de entrenamiento, me quité la chaqueta y mi madre vió un moretón que de asomaba por mi codo. Me preguntó: -por qué motivo entrenas algo que te deja con esas marcas??-. A lo que yo respondí: -a veces la vida te da golpes, más fuertes que esto.
El motivo porque entreno AIKIDO no es muy claro, pero lo que si tengo claro que la vida puede darnos bofetones, que son capaces de voltearte y tirarte al suelo, y en el tatami al menos he aprendido a pararme.
Le he tomado mucho amor a esta disciplina, porque me ha enseñado... me ha enseñado que no hay que desgastarse innesesariamente, sino tomar esa misma energía y hacerla fluir. Y qué palabras más sabias que su significado...AIKIDO... el camino de la armonía con energía. Por eso siempre agradecida de mis compañeros y sensei (s).
He tomado un poco de estas enseñanzas y las he llevado a mi vida cotidiana. Sé que no se me olvidarán jamás, sobretodo porque este ha sido un año de bofetones.
miércoles, diciembre 26, 2007
Mi vida en el tatami
Publicadas por Carla a la/s 1:36 a. m.
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