Me preguntaba en qué ocaciones uno debe ser o parecer tonto.
Hace poco tuve la experiencia muy ingrata en la cual tuve que hacerme la tonta, o bien podria decirlo... tuve que dar a parecer que uno es huevona. No se para qué lo hice? Tal vez para sentirme en paz conmigo misma y quitar de mi vida cualquier sentimiento angustiante de rabia, pena o rencor. Tal vez, conversaciones con el Nico me hicieron hacer aflorar nuevamente mis sentimientos puros, como era antes y puedo decirlo con sinceridad me hicieron huevona quizás cuanto tiempo.
Maldito sea tu amor, tu inmenso reino y tu ansiado dolor, como diría Fito. Quisiera haber cantado en ese momento y gritado bien fuerte. Podría haber tomado cartas en el asunto y haber intervenido haciendo cosas pérfidas para desquitarme, pero al reflexionar lo que hice fue hablar con el implicado(a). Persona a la cual al exponer la situacion niega todas las falcedades que me ha hecho creer quien sabe cuanto tiempo. Lo unico que pude hacer, fue aguantarme las ganas de vomitar frente a esa persona, invitarlo a comer y hacerle creer que me tragué su mentirota una vez más (esta vez mentí yo, porque no le creí nada) y al ver que esa persona seguiría negando todo no insistí más y me hice literalmente la huevona. En ese momento de mi vida tenía dos caminos tomé aquel de quedar de tonta, al de hinchapelotas para que te digan la verdad a una persona mentirosa y que planea mentir hasta el final de sus días, porque quien miente no le miente al que tiene en frente sino se miente asimismo.
Así fue que perdí una quien sabe... amistad? bueno, ya ni me importa uno no necesita amistades asi.
1 comentario:
aunk te suene, como dijo Carry Bracho, TE LO DIJE!!!!!!!!! jejeje
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