Hay que ver que en menos de un año muchas cosas pueden cambiar en nuestras vidas.
El ejemplo más claro a estas alturas es que en la vida he hecho cosas que no había imaginado y clara muestra son estas fotos que
expongo.
A estas alturas de noviembre del año recién pasado estaba intentando sostener una relación que no le veía futuro. Hoy sostengo una relación bastante estrecha, claro está que no es con un hombre, pero sí con un deporte... aikido.
El aikido ha sido sosten de mis alegrías en este último tiempo. Ha sido un descubrir de algo mágico. Digo algo mágico porque afloraron diversas habilidades que no había descubierto.
El tiempo que ha transcurrido desde que comencé a entrenar, ha sido un descubrir de personas, compañeros de dojo, con las cuales en este tiempo he tenido un muy grato y lindo acercamiento.
Hoy, a un paso de dar el exámen para 6º kyu puedo afirmar que no me arrepentiré nunca de haber conocido el aikido, y que no pretendo abandonarlo jamás.
Esto en parte tengo que agradecerlo a Javiera, que si hubiese sido por ella la dicha que siento hoy no habría sido posible.
sábado, noviembre 10, 2007
Y como nos cambia la vida
Publicadas por Carla a la/s 12:05 a. m. 5 comentarios
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